lunes, 22 de septiembre de 2014

Gracias a todos, les explico.

Hace una hora entré en mi blog para comprobar que Spotify sigue funcionando. Soy sincera, me sorprendió ver comentarios después de un silencio tan largo.
Escribí esa entrada según cerré el piano, pero al ir a editarla me encontré que la música no funcionaba, habían retirado el vídeo, por eso la saqué unos días después, cuando cansada de buscar como poner música, me decidí por Spotify.
Les debo una explicación, y a eso vengo. Hoy hace dos semanas que mi hijo se fue a vivir a Madrid, la situación actual está mal por todas partes, él decidió ir a probar suerte, si sale bien, se quedará allí una temporada, o regresará a su isla, eso sólo lo sabe el destino.
Como madre le deseo lo mejor, aunque le extrañe, pero no metía en absoluto cuando comenté al final, que lo peor que llevo es el silencio del piano. Con mi hijo hablo todos los días, aparte de los guasap que nos mantienen unidos.

Hay otras cosillas que me tienen igual que cuando empecé hace ocho años en los spaces, pero esa es otra historia que dejo para la próxima. Un beso grande para todos los que pasen, les iré saludando poco a poco, pero ahora mismo necesito calma, no puedo agobiarme.

sábado, 20 de septiembre de 2014

Cerrar el piano


Hoy he cerrado el piano, parece una tontería, pero no lo es, al menos a mí no me lo parece. Otras veces cuando mi hijo se va de viaje, me falta tiempo para hacerlo, es más, aún él no ha llegado al portal, ya estoy yo cerrándolo. Siempre le digo que por muy bien que suene abierto, me da pena que se llene de polvo. Sin embargo, ahora, me ha costado cinco días poder cerrarlo. Pienso que no lo hice antes porque en cierto modo, el verlo abierto era como si en cualquier momento volvería a escuchar su bello sonido. También he pensado que porqué eligió el piano, y no un violín, con lo fácil que es llevarlo bajo el brazo. Claro que si lo miro de otra forma, ver el piano es como verlo a él, pero mudo.
En fin, son capítulos que se cierran para que se puedan abrir otros, espero que los nuevos sean mejores, y sobre todos muy sonoros.

Creo que lo peor que llevo es el silencio del piano.